Continente Europa
Europa es uno de los continentes que forman el
supercontinente euroasiático, situado entre el paralelo 36º y 70º de latitud
norte. De forma convencional y por motivos históricos es considerada un
continente, tras la delimitación realizada por el geógrafo ruso Vassili
Tatichtchev quien deseaba señalar la pertenencia de Rusia a Europa y no a
Asia.1
Se extiende en la mitad oriental del Hemisferio Norte, desde
el océano Glacial Ártico por el norte hasta el mar Mediterráneo por el sur. Por
el oeste, llega hasta el océano Atlántico; por el este, limita con Asia, de la
que la separan los montes Urales, el río Ural, el mar Caspio, la cordillera del
Cáucaso, el mar Negro y el estrecho del Bósforo.2
Europa es el segundo continente más pequeño en términos de
superficie, que abarca alrededor de 11 000 000 km cuadrados o el 2% de la
superficie del planeta Tierra y alrededor de 6,8% del total de las tierras
emergidas. Alberga un gran número de estados soberanos, cuyo número exacto
depende de la definición de la frontera de Europa, así como de la exclusión o
inclusión de estados parcialmente reconocidos. De todos los países europeos,
Rusia es el mayor en superficie, mientras que la Ciudad del Vaticano es el más
pequeño, no sólo de Europa, sino también del mundo. Estos países son también el
más y menos poblado de Europa respectivamente. Europa es el cuarto continente
más poblado después de Asia, África y América con una población de 739 000 000
o alrededor del 11% de la población mundial. Según proyección de población de
la Organización de las Naciones Unidas (variante media), la cuota de Europa se
reducirá al 7% en 2050.3 Sin embargo, las fronteras de Europa y la población
son objeto de controversia, ya que el término continente puede referirse a un
bien cultural y político o a distinciones fisiográficas.
Europa es la cuna de la cultura occidental. Las naciones
europeas desempeñan un papel preponderante en los asuntos mundiales desde el
siglo XVI en adelante, especialmente después del comienzo de la colonización.
En los siglos XVII y XVIII, las naciones europeas controlaron la mayor parte de
África, América, y gran parte de Asia, y posteriormente también Oceanía. La
Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial condujeron a una disminución
en el dominio de Europa en los asuntos mundiales cuando los Estados Unidos y la
Unión Soviética tomaron la preeminencia. La Guerra Fría entre las dos
superpotencias dividió Europa a lo largo del Telón de Acero. La integración
europea dio lugar a la formación del Consejo de Europa y la Unión Europea en
Europa occidental, las cuales se han expandido hacia el este desde la caída de
la Unión Soviética en 1991.
Características de la población
Con respecto a la situación
demográfica, destaca el hecho de cómo en el continente europeo la mayor parte
de sus habitantes corresponde a una población adulta, con un envejecimiento
progresivo y un marcado decrecimiento de la población juvenil. Esta situación
ya resulta preocupante en varios países europeos, como Alemania, Austria,
Francia, España, Bélgica, Países Bajos, Islandia, los países escandinavos,
Dinamarca, Grecia y el Reino Unido, donde se produce una pirámide poblacional
invertida con escasa población juvenil y sobre todo infantil. Este fenómeno
también se da en Europa Oriental, donde en la década de los 90 del siglo XX, la
caída del comunismo provocó un colapso de la natalidad, ya de por si baja
dentro de los países comunistas europeos, junto con un brusco aumento de la
mortalidad. En los últimos años, la caída de la natalidad en el antiguo bloque
comunista se ha amortiguado, permitiendo una recuperación de unos índices de
natalidad, más próximos a la estabilización de la población en la actualidad
(1,5 hijos por mujer).17 En países como Irlanda, Italia, Portugal y Suiza, la
situación con respecto a la natalidad está más equilibrada, sin el sesgo de la
pirámide invertida en su demografía.
Otro rasgo característico de la
demografía europea, es la elevada tasa de inmigración, destacando España en los
últimos años, donde de tener una población extranjera inferior a los 100.000
habitantes en 1999, se ha pasado a varios millones, ya por encima del 10% de la
población y convirtiéndose en el primer receptor europeo de inmigración,
superando a los países que tradicionalmente fueron los receptores de la
inmigración, como Alemania, Francia o el Reino Unido. En el caso de España, se
pasó de 39 millones de habitantes en 1999, y con una pronunciada caída de la
población desde los 42 millones que se había dado en los años previos a 1999, a
45 millones en 2006, sin incluir la inmigración ilegal; este hecho sirvió al
gobierno español para aumentar el peso dentro del parlamento europeo, al
recibir más escaños por su población.
Regiones fisiográficas
Selva Negra, Alemania
La Selva Negra es una región
montañosa y boscosa situada en el suroeste de Alemania. Su nombre deriva de
abetos que fueron encontrados en las cumbres. Aunque el área es un destino
idóneo para la práctica de actividades recreativas, tales como el excursionismo,
la polución atmosférica ha provocado graves problemas. Se estima que más de la
mitad de los árboles de la Selva Negra han resultado dañados como consecuencia
de la lluvia ácida.
Desde un punto de vista
geológico, Europa está formada, de norte a sur, por una antigua masa de rocas
cristalinas estables, un ancho cinturón de materiales sedimentarios
relativamente nivelados, una zona de estructuras geológicas mezcladas, creada
por la acción de las fallas, los plegamientos y los volcanes, y una región
montañosa de formación reciente en comparación con las anteriores. Esta
estructura geológica ha contribuido a crear las numerosas regiones
fisiográficas que constituyen el paisaje de Europa.
Kaysersberg, Alsacia (Francia)
Kaysersberg, estratégicamente emplazada en el Alto Rin, a la
entrada del valle del Weiss hacia los Vosgos, y cuyo nombre significa 'monte
del César', es una de las localidades de origen medieval más turísticas de la
región vitivinícola de Alsacia. La ciudad de las flores tiene entre sus hijos
célebres a Albert Schweitzer, Premio Nobel de la Paz de 1952.
En Finlandia y gran parte del resto de la península
Escandinava subyace el escudo Fino-escandinavo, surgido durante la era
precámbrica. Inclinado hacia el este, forma las montañas de Suecia occidental y
la meseta de Finlandia. La glaciación ha labrado los profundos fiordos de la
costa noruega y ha erosionado la superficie de la meseta finlandesa. El
movimiento de un segmento de la corteza terrestre contra el escudo estable
durante la orogenia caledoniana (desde hace 500 millones hasta hace 395
millones de años) creó las montañas de Irlanda, Gales, Escocia y Noruega
occidental. La erosión posterior ha redondeado y desgastado estas montañas en las
islas Británicas, pero los picos de Noruega aún alcanzan los 2.472 m de
altitud.
Los Alpes Dolomíticos, Italia
El diminuto pueblo de San Pietro in Gardena está en el valle
de Villnoess (Fulnes) de la región de Trentino-Alto Adigio, también conocida
como los Alpes meridionales tiroleses. Esta parte de la enorme cordillera
montañosa, donde despuntan los pináculos de las Dolomitas, se extiende hacia el
sur desde la frontera austríaca a las provincias italianas de Bolzano y Trento.
Los Alpes italianos se prolongan por la frontera norte del país, separando
Italia de Francia, Suiza, Austria y Eslovenia. Una gran parte de la energía
hidroeléctrica italiana se produce en esta zona.
Hidrografía
Lago Ladoga, Rusia
El lago Ladoga es el más grande
de Europa. Está rodeado por el bosque boreal o taiga que predomina en el
noroeste de Rusia.
La naturaleza peninsular del
continente europeo ha determinado una estructura hidrográfica radial, en la que
la mayoría de los ríos fluyen hacia el exterior desde el núcleo del continente,
a menudo desde cabeceras cercanas. El río más largo de Europa, el Volga, fluye
principalmente en dirección sur, hasta el mar Caspio, y el segundo en longitud,
el Danubio, fluye de oeste a este antes de desembocar en el mar Negro. Entre
los ríos de Europa central y occidental destacan el Ródano y el Po, que
desaguan en el mar Mediterráneo, y el Loira, el Sena, el Rin y el Elba, que
desembocan en el océano Atlántico o en el mar del Norte. El Oder y el Vístula
fluyen hacia el norte hasta el mar Báltico. La estructura radial hidrográfica
facilita la interconexión de ríos mediante canales. Algunos ríos españoles, por
su longitud y caudal, son dignos de mención, como el Ebro, el Duero, el Tajo,
el Guadiana y el Guadalquivir.
Existen lagos en zonas montañosas,
como en Suiza, Italia y Austria, y en regiones llanas, como en Suecia, Polonia
y Finlandia. El lago de agua dulce más grande de Europa es el lago Ladoga, al
noroeste de Rusia.
Flora
Olivo. El olivo se extiende por
toda la zona mediterránea. De su fruto, la oliva o aceituna, se extrae el
aceite de oliva de tan alta calidad culinaria.
Aunque buena parte del
continente, en particular el oeste, estaba en su origen cubierta de bosques, la
flora ha sido transformada por la expansión humana y el desmonte. Sólo los
bosques de las zonas montañosas más septentrionales y de zonas del norte y centro
de la Rusia europea han permanecido relativamente a salvo de la actividad
humana. Por otra parte, Europa está cubierta en su mayoría de bosques plantados
(repoblación forestal) o que han vuelto a ocupar tierras desmontadas. La zona
de vegetación más grande de Europa, que corta la mitad del continente desde el
Atlántico a los Urales, es un cinturón de árboles de hoja caduca y conífera:
robles, arces y olmos mezclados con pinos y abetos. Las regiones árticas de
Europa septentrional y las vertientes superiores de sus montañas más altas se
caracterizan por la vegetación de tundra, constituida fundamentalmente por
líquenes, arbustos y flores salvajes. Las temperaturas del interior de Europa
septentrional, más suaves pero aún frías, crean un ambiente favorable al
desarrollo de bosques de coníferas como la picea y el pino, aunque también hay
abedules y álamos. La mayor parte de la gran llanura europea está cubierta de
praderas, zonas de hierbas relativamente altas; Ucrania se caracteriza por la
estepa, una región llana y seca con hierbas cortas. Las tierras que bordean el
Mediterráneo destacan por los frutos de algunos de sus árboles y arbustos, en
especial aceitunas, cítricos, higos y uvas.
Fauna
Cigüeña blanca común
Especie migratoria común en
partes de Europa, África y Asia. Emparentada con las garzas y los ibis, suele
verse en áreas pantanosas o en las márgenes de ríos y lagos, donde captura
peces, anfibios, aves pequeñas y mamíferos. Construye toscos nidos de ramas y
otros materiales en árboles altos así como en torres, edificios y chimeneas.
En otras épocas, Europa fue el hogar de una gran
variedad de animales, como el ciervo, el alce, el bisonte, el jabalí, el lobo y
el oso. Sin embargo, los humanos han ocupado o desarrollado tal cantidad de
territorio europeo que numerosas especies animales se han extinguido o reducido
su número. El ciervo, el alce, el lobo y el oso se pueden encontrar en estado salvaje
y en cantidades significativas sólo al norte, en Escandinavia y Rusia, y en la
península de los Balcanes. En otras zonas habitan sobre todo en reservas
protegidas. Los saamis (lapones) del extremo norte crían renos (caribúes
domesticados). El rebeco y el íbex (íbice) viven en las cumbres más altas de
los Pirineos y los Alpes. En Europa todavía hay muchos animales.
Religión
A finales de la década de 1980 la
mayor parte de los europeos se declaraban cristianismo. El grupo religioso más
numeroso, el católico, vive principalmente en Francia, España, Portugal,
Italia, Irlanda, Bélgica, el sur de Alemania y Polonia. Otro gran grupo lo
componen las confesiones protestantes, concentradas en países del norte y el
centro de Europa, como Inglaterra, Escocia, el norte de Alemania, los Países
Bajos y los países de Escandinavia. El tercer grupo cristiano más importante
era el ortodoxo, sobre todo en Rusia, Georgia, Grecia, Bulgaria, Rumania,
Serbia y Montenegro. Además, había comunidades judías en la mayoría de los
países europeos (la más numerosa en Rusia), mientras que los habitantes de
Albania, Bosnia-Herzegovina y Turquía eran en su mayor parte musulmanes.
Cultura
En Europa hay una gran tradición
cultural reflejada en la calidad de su literatura, pintura, escultura,
arquitectura, música y danza. A finales del siglo XX París, Roma, Londres,
Berlín, Barcelona, Madrid y Moscú eran centros culturales especialmente
famosos, pero otras muchas ciudades también mantenían museos, grupos musicales
y teatrales y otras instituciones culturales. Los medios de comunicación
(radio, televisión y cine) de buena parte de los países europeos han alcanzado
un gran desarrollo. También hay excelentes sistemas de enseñanza y la tasa de
alfabetización es alta en la mayoría de las ciudades. Algunas de las más
antiguas y mejores universidades del mundo, como Cambridge, Oxford, París,
Heidelberg, Praga, Upsala, Bolonia, Salamanca y Moscú se encuentran en Europa.
ECONOMÍA
Durante mucho tiempo, Europa ha
dirigido las actividades económicas mundiales. Como lugar de nacimiento de la
ciencia moderna y la Revolución Industrial, adquirió una superioridad
tecnológica sobre el resto del mundo, lo cual le proporcionó un dominio
incuestionable durante el siglo XIX. La Revolución Industrial, que comenzó en
Gran Bretaña en el siglo XVIII y desde allí se difundió a todo el mundo,
implicaba el uso de maquinaria compleja y dio lugar a un gran incremento en la
producción agrícola y a nuevas formas de organización económica. A partir de
mediados del siglo XX, la creación de importantes organizaciones
supranacionales como la Unión Europea, la Asociación Europea de Libre Comercio
y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico ha estimulado el
crecimiento económico.